Estuvo integrado por tropas de los estados que conformaron el país (Nor-Perú, Sud-Perú y Bolivia).
Durante su breve existencia, el supremo protector Andrés de Santa Cruz comandó el Ejército como capitán general.
Después de la Guerra entre Salaverry y Santa Cruz culminada en 1836, la Confederación Perú-Boliviana se creó de facto, pero la constitución llegaría un año después, en 1837 pero para entonces esta joven nación ya contaba con un ejército profesional equipado y armado.
Su formación e instrucción militar, al igual que todos los ejércitos americanos de la época, estaba basada en modelos franceses instituidos por Napoleón I.
En cambio los Coraceros portaban sables y fusiles con o sin bayonetas (dependiendo de la ocasión).