Más adelante Domingo Faustino Sarmiento fundó la Escuela normal de preceptores y él mismo llevó a cabo diversos viajes de estudio para conocer y replicar las experiencias internacionales sobre educación parvularia.
Recién hacia el año 1999 la educación parvularia tomó más relevancia gracias a la promulgación de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza, que posicionó a la educación parvularia como el primer nivel del sistema educacional chileno.
[2] Finalmente, la preocupación educativa principal de Montessori comenzó por lo niños considerados mentalmente perturbados.
A base de esto elaboró su método, considerado novedoso al basarse en: La educación parvularia en Chile inicia su desarrollo en la segunda mitad del siglo XIX, influenciada por Valentín Letelier quien recomendó al Gobierno del país su implementación luego de un viaje a Berlín donde conoció los jardines infantiles Fröelianos.
[4] Al mismo tiempo, junto a ese primer Kindergarten, comenzaron a surgir algunos ‘’grupos de juegos’’ y otros kindergartens en el sector privado, los que estaban ligados a colonias extranjeras como el jardín infantil del colegio Santiago College (fundado en 1891) y el jardín infantil del colegio Deutsche Schule (fundado en1898), entre otros.
El recinto fue dirigido por Leopoldina Maluschka quien se dedicó a preparar personal para introducir en chile un kindergarten fröeliano.
El establecimiento estaba abierto entre 13 y 18 horas[2].En 1910, los jardines de infancia se consideraron "nacionalizados" ya que tenían sus propios programas educativos.
Adicionalmente, los cursos de maestras infantiles se habían extendido desde Tacna a Punta Arenas.
Al mismo tiempo, Maluschka siguió trabajando con especial foco en contribuir a los sectores desfavorecidos, creando el primer kindergarten popular masivo en 1911.
Por el contrario, tuvo una mejor acogida en establecimientos particulares, donde prosperó y adquirió prestigio.
Así, la universidad ofreció al país un nuevo concepto de educación parvularia con bases filosóficas, psicosociológicas y pedagógicas.
Ya hacia 1970, la educación parvularia tenía su identidad propia: “se inicia así el periodo fundamental en la universalización de los jardines infantiles.
La Fundación Integra se incorpora al programa alimentario nacional en el año 1994 y desarrollan por primera vez veranadas de pehuenche.
En 1996 integran “Jardín sobre Ruedas” donde educadoras van gratuitamente a zonas rurales y urbanas con un difícil acceso, junto con 21 vehículos capacitados para una educación garantizadas, están equipados con materiales pedagógicos recorriendo en todas las comunidades con una baja densidad poblacional y dificultades geográficas que impiden la implementación de instituciones formales.