Eduardo de Ontañón

[3]​ Tres etapas principales caracterizaron su vida: el período burgalés (hasta 1935); Madrid y la Guerra civil (1935-1939); el exilio (1939-1949).

Dueño de una librería, editor ocasional, cabeza del heterogéneo grupo artístico reunido en la tertulia El Ciprés, su actividad social era notable, abandonando cierto esnobismo adolescente para cuajar en compromiso social.

Cabeza visible de la vanguardia castellana (así lo declaró La Gaceta Literaria), desde 1923 publicó la revista Parábola.

En aquellos números podemos encontrar las firmas de: Francisco Ayala, Gerardo Diego, César Arconada, Juan Chabás, Concha Méndez, Benjamín Jarnés, Pedro Salinas y Federico García Lorca, entre otros.

Su afán periodístico y literario buscaban la proyección necesaria que otorgaban los medios de la capital.

Desavenencias ideológicas con el PCE adelantaron su marcha a Barcelona, acompañado de su nueva esposa, la periodista Mada Carreño.