Economía conductual
Los descubrimientos de disciplinas vecinas (psicología, ciencias sociales, neurociencia, ciencias cognitivas, etc.) se utilizan y transfieren a la disciplina económica para mejorar la fiabilidad y precisión de la explicación del comportamiento humano en el ámbito económico.[1] Dentro de los principios que definen la economía conductual, cabe destacar: Entre los referentes más importantes de la economía conductual, sobresalen Herbert Simon, Ernst Fehr, George Loewenstein, Daniel Kahneman, Vernon L. Smith, Amos Tversky, Richard Thaler, Dan Ariely o Nava Ashraf.Por ejemplo, Adam Smith escribió un importante texto describiendo los principios psicológicos de la conducta individual: The Theory of Moral Sentiments.La psicología había desaparecido hacía tiempo de las discusiones económicas a mitad del siglo XX.La que probablemente sea la publicación más importante en el desarrollo de las finanzas conductuales, fue escrita por Kahneman y Tversky en 1979.Al principio las teorías de economía y finanzas conductuales fueron desarrolladas casi exclusivamente desde observaciones experimentales y encuestas, aunque en tiempos más recientes, los datos del mundo real han alcanzado una posición más relevante.Los experimentos están diseñados para ser compatibles con incentivos, normalmente mediante transacciones entrelazadas que manejan dinero real.Sin embargo, debe destacarse una distinción entre las tendencias individuales y las tendencias sociales; las primeras pueden ser promediadas por el mercado, mientras que las otras pueden crear bucles realimentados que conduzan al mercado más y más lejos del equilibrio.