También la propuesta comunitaristas como las biorregiones o como las ecoaldeas, así como la economía ecológica, forman parte importante del radicalismo ecológico, algunos proponen un desarrollo sostenible dentro de marcos autogestionados, mientras otros abogan por el decrecimiento.
[cita requerida] El ecofeminismo, la ecología profunda, el animalismo, el neopaganismo, el ecoanarquismo, etc., suelen ser caracterizados dentro de esta clasificación, si bien pueden llegar a ser muy distintos entre sí o pueden no sentirse parte de tal definición.
[cita requerida] La visión muchas veces ecocéntrica del ecologismo radical -y por tanto "no humanista"- es señalada por sus críticos de extremista, y potencialmente autoritaria[cita requerida] (ver: ecofascismo).
La Sea Shepherd Conservation Society se caracteriza por ser muy radical a la hora de enfrentarse con sus enemigos, ellos se valen de botellas llenas de ácido butírico (una sustancia que produce un mal olor y que irrita los ojos, las vías respiratorias y la piel) para ahuyentar a los trabajadores y contaminar la carne procesada.
Así mismo, la SSCS acusa de asesinato a Japón y Canadá y acusa a Greenpeace de "pacifistas mediocres que no hacen nada ni toman una verdadera acción directa para detener los abusos del hombre con los océanos".