Durante la mayor parte del tiempo desde que se formó la Rumanía moderna en 1859, el sistema de división administrativa ha sido similar al de los departamentos franceses o las provincias españolas.
El formato actual ha estado vigente en gran medida desde 1968 ya que solo se han realizado pequeños cambios desde entonces, el último de los cuales fue en 1997.
La organización más antigua en județe (para Valaquia), y ținuturi (para Moldavia), se remonta al menos hasta finales del siglo XIV.
[2][3][4][5] Inspirado en la organización del Imperio bizantino, cada județ estaba gobernado por un jude (o pârcălab por ținut), una persona designada oficialmente con funciones administrativas y judiciales.
[7][8] Aparte del período 1950-1968, este sistema se ha mantenido vigente hasta la actualidad.
[8] En 1938, el rey Carlos II modificó la ley sobre la administración del territorio rumano según el modelo fascista[10] Diez ținuturi (traducción aproximada: tierras) fueron creadas, gobernadas por Rezidenți Regali (Residentes Reales), designados directamente por el Monarca.
[7][11] Debido a los cambios territoriales durante la Segunda Guerra Mundial, este estilo de administración no duró, y la administración a nivel județ se reintrodujo después de la guerra.
El prefecto y su administración tienen prerrogativas ejecutivas dentro de los límites del condado, mientras que se asignan poderes legislativos limitados a un consejo del condado elegido cada cuatro años durante las elecciones locales.