En Atenas, hubo un templo dedicado específicamente a este dios y muy a menudo los atenienses prestaban juramento "en el nombre del dios desconocido" (Νή τόν Άγνωστον, Ne ton Agnoston).
[1] Filóstrato el Joven[2] y Pausanias mencionan la presencia en Atenas de altares al dios desconocido.
Así, Epiménides reunió a un rebaño de ovejas en el Areópago y posteriormente las liberaron.
[4] Existe un altar dedicado al Dios desconocido encontrado en 1820 en el Monte Palatino de Roma.
La cual podría traducirse al español como: "Ya sea para un dios o una diosa sagrada, Caius Sextius Calvino, hijo de Cayo, pretor por orden del Senado restauró esto."