Diego Verdugo
[3] Permaneció en Humanes hasta los diez u once años, cuando parece haber partido hacia Madrid para vivir con un tío suyo.En consecuencia pasó a ser cantor en la Capilla Real, durante el magisterio de Carlos Patiño.Finalmente Verdugo llegó a Santiago poco después, probablemente ya con las órdenes menores.[3] Su actividad compositores en Salamanca no debió ser demasiado intensa, ya que solo se conservan tres obras: un motete, una antífona (Ave Regina caelorum) y un villancico.Mientras tanto en Madrid, Verdugo inició contactos con la corte, cuya maestría se encontraba vacante tras el fallecimiento de Cristóbal Galán.Sin embargo, tras comprobar lo mal retribuido que estaba el cargo, decidió regresar a Salamanca, donde permanecería los siguientes siete años.[3] A pesar de las pocas composiciones que se han conservado, debió tener un gran prestigio en su época.