Ya desde varios meses antes de declararse la guerra, los británicos habían comenzado a armar una gran flota bajo la dirección del veterano almirante Edward Vernon con la que atacar el Caribe español.Los barcos británicos entraron en el puerto, desde donde cañonearon el Todofierro, pero debido a la falta de viento no se acercaron lo suficiente como para atacar los fuertes del interior (lo que paradójicamente les facilitó aún más las cosas, pues se mantuvieron todo el tiempo fuera del alcance de sus cañones).Todos los disparos desde el fuerte Gloria se quedaron cortos, mientras que el San Jerónimo no lanzó un solo tiro por tener los cañones desmontados.Tras destrozar el Todofierro sin ningún problema, los británicos desembarcaron una fuerza expedicionaria dirigida por el Teniente Broderick que capturó la fortaleza.El propio Vernon fue recibido como un héroe por el Rey Jorge II y durante una cena en su honor se tocó por primera vez el actual himno nacional británico God Save the King.[cita requerida] Esta circunstancia provocó en los mandos ingleses un peligroso exceso de optimismo, que les llevaría a cometer gravísimos errores tácticos con posterioridad.
La captura de Puerto Bello, 21 de noviembre de 1739
por George Chambers Sr.