Delfina Bunge

Junto a su marido, Manuel Gálvez, integró la lista de intelectuales que apoyaron el peronismo.

[2]​ Delfina conoció a Manuel Gálvez en 1904, cuando él tenía 22 años y era director de la revista Ideas.

Los hijos varones de la familia Bunge continuaron sus carreras en universidades del exterior, mientras que sus hermanas solo completaron el secundario.

[8]​ También tuvo formación en idiomas extranjeros al igual que sus hermanas, el inglés y el francés, pero no en instituciones educativas sino por medio de institutrices y/o profesores particulares provenientes del extranjero.

A los hermanos varones se les agregó el alemán que era requerido por sus profesiones.

[8]​ Delfina particularmente tuvo desde su adolescencia vocación religiosa y fue militante católica durante toda su vida.

Sintiéndose siempre atraída por la lectura y la escritura; como una concepción del espacio para la espiritualidad.

[10]​ Bunge utilizó la escritura como una vía confesional o de escape, donde poder descargar íntimamente aquello que la sociedad y su familia le impedía decir a viva voz..[5]​ Los textos escritos por Bunge se ubican en tres especialidades: la poesía lírica en su juventud, libros educativos sobre religión y textos escolares y autobiografía de su niñez.

A esto se le suma una extensa colección de libros inéditos consistente en un diario íntimo desde sus quince años hasta su fallecimiento, un total de diez mil páginas, dieciocho gruesos cuadernos manuscritos y 5 volúmenes escritos a máquina.[11]​.

Firma de Delfina Bunge.