Declaración de independencia de Kosovo
Aunque Kosovo formalmente seguía perteneciendo a Serbia, en virtud del cumplimiento de la resolución 1244, en la práctica el Gobierno serbio no intervenía en la administración de su provincia.Antes de llegar a la solución de la independencia unilateral, se sucedieron varios hechos y acontecimientos en torno al futuro estatus que debía tener Kosovo.[5] El antiguo guerrillero del UÇK, Hashim Thaçi, ganó las elecciones con un 35% de los votos.Tras su aprobación, el presidente del parlamento kosovar, Jakup Krasniqi, afirmó que a partir de ese momento "Kosovo es un estado democrático, libre e independiente".Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido se mostraron partidarios de reconocer al nuevo estado en cuanto se proclamara su independencia.Serbia, Rusia, Chipre, Grecia, España, Rumanía y otros países se mostraron reacios a reconocer la secesión.Tras la marcha algunos manifestantes prendieron fuego a la embajada de Estados Unidos.Además, Rusia acusó a Europa de doble rasero a la hora de defender el derecho de autodeterminación y comparó el asunto kosovar con los movimientos independentistas existentes en España con el comentario "En España la gente no quiere vivir en un solo Estado, entonces apoyadles allí".[25][26] En torno a la declaración de independencia de Kosovo se generó una importante disputa sobre su encaje con la legalidad vigente y sobre si este acto podría ser considerado un precedente para otras regiones secesionistas europeas como Abjasia, Osetia del Sur o el Transdniester, o se trataba de una solución especial para un caso concreto.[33] Un portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, afirmó tras la declaración unilateral que esta establecía un peligroso precedente para otras regiones separatistas como los palestinos, los vascos o los turcochipriotas."No podemos estar de acuerdo en que Kosovo sea un caso distinto", declaró."Ha llegado la hora de resolver el estatus de Kosovo", "la independencia es la única opción para un Kosovo políticamente estable y económicamente viable", escribió Ahtisaari en una carta confidencial al Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, según información del Washington Post.La resolución fue presentada por el ministro de Exteriores serbio Vuk Jeremić, quien afirmó que su país respetaría la decisión del tribunal con sede en La Haya, independientemente de cuál fuera dicha opinión, que no tiene carácter vinculante.Según Jeremić, es la vía "más prudente" para resolver el conflicto: "es un enfoque legal, sin polémica y de altos principios que ayudará a reducir las tensiones en la región".[43] Quince delegaciones presentaron alegaciones a favor de la legalidad de la declaración (Albania,[44] Alemania,[44] Arabia Saudí,[44] Austria,[45] Baréin,[46] Bulgaria,[47] Croacia,[48] Dinamarca,[48] Estados Unidos,[49] Francia,[50] Finlandia,[51] Jordania,[52] Noruega,[52] Países Bajos,[53] y Reino Unido[54]), mientras que doce presentaron sus argumentos en contra (Argentina,[55] Azerbaiyán,[45] Bielorrusia,[45] Bolivia,[47] Brasil,[47] China,[56] Chipre,[56] España,[49] Rusia,[49] Rumanía,[53] Venezuela,[57] y Vietnam[57]).La delegación de Burundi[47] no se mostró concluyente al respecto.Serbia había anunciado incluso antes de la declaración que va a retirar a su embajador en el Estado que reconoce la independencia de Kosovo,[62] y lo ha hecho sin excepción.