En 1937, la compañía desarrolló el caza P-36, siendo la mayor compra hecha por el Army Air Corps en tiempo de paz.
Curtiss-Wright también vendió el P-36 en el extranjero, siendo utilizados en los primeros días de la Segunda Guerra Mundial.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Curtiss-Wright empleó a 180.000 trabajadores y produjo 146.000 hélices de avión, 280.000 motores aeronáuticos, y más de 29.000 aviones.
Su éxito más destacado fue el caza P-40, conocido también como Tomahawk, Kittyhawk y Warhawk, de los cuales cerca de 14.000 fueron producidos entre 1940 y 1944 en la planta principal en Buffalo, Nueva York.
Durante la guerra, la empresa no hizo las inversiones necesarias en investigación y desarrollo, teniendo que pasar la mayor parte de sus recursos para mantener producción en tiempo de guerra y satisfacer los pedidos.
[cita requerida] Esto dio a las otras compañías el tiempo para diseñar aviones más avanzados y adaptar lentamente sus líneas de producción.
Las dificultades del diseño fueron enormes, y finalmente el proyecto Wankel fue abandonado.
La relación duró hasta 1959, momento en el que Curtiss-Wright se retiró del acuerdo.