En 1976 Soledad Navarrete publicará la magna tesis sobre las cuevas neolíticas de Benalmádena.
[2] Un año más tarde, Carmen Olaria, en colaboración con el Patronato del Museo Arqueológico Municipal y el Excmo.
En lo referente al material cerámico recogido, destacan las formas decoradas, de pastas depuradas y tratamiento por bruñido o espatulado de gran calidad, los vasos con baño de almagra y bruñidos que constituyen las cerámicas clásicas del Neolítico andaluz occidental.
En lo que respecta al material lítico, se reducen a hachas y azuelas pulimentadas; en cuanto al sílex, predominan las herramientas de sección triangular característicos de las fases finales del Neolítico.
El resto del ajuar decorativo se limita a colgantes en hueso que, dado su abundancia, podría responder a un uso funerario de una zona de la cueva en el momento final, en el que se transforma el espacio habitual de hábitat a espacio sepulcral.