[cita requerida] Temperaturas superiores desnaturalizan las proteínas, desactivan los enzimas, destruyen algunas vitaminas y modifican otros nutrientes.
Es necesario tener en cuenta que algunas semillas, por ejemplo la soja, las almortas o los altramuces son tóxicos si no se cocinan.
Otros, como las almendras dulces, pueden sintetizar sustancias tóxicas si germinan en presencia de luz.
Esta dieta, según sus promotores, sería la mejor para promover y recuperar la salud,[2][3][4] Según la doctrina crudivegana, los comestibles que no son atractivos al gusto humano en su estado natural, como, por ejemplo, los cereales sin germinar y crudos, no serían adecuados para el óptimo bienestar de salud, ni siquiera consumidos crudos, en razón del diseño natural del ser humano.
Comer vegetales crudos implica que no es necesario cultivar piensos y forrajes para alimentar el ganado, por lo que la superficie dedicada para ellos podría dedicarse a otros usos o incluso dejarse sin explotar.