Cristo despidiéndose de su madre
El conocimiento que ambos tienen de la próxima muerte de Cristo (el presagio de la pasión es un motivo mucho más presente en distintas escenas del arte mariano) convierte este encuentro en una última despedida, al menos antes del suplicio y muerte de Cristo (puesto que la Virgen vuelve a tener presencia en las representaciones del vía crucis y la crucifixión).Los artistas han resaltado los elementos patéticos del episodio, representando a la Virgen en desmayo, sostenida por María Magdalena y Juan Evangelista, y a Cristo doliente pero resignado, inclinado ante su madre.No debe confundirse la escena con las apariciones de Cristo a su madre y otras mujeres después de su resurrección (Tres Marías, Santo Encuentro, etc.) La obra de Roberto Campin Cristo bendiciendo ante la Virgen en oración (comienzos del siglo XV) puede considerarse la primera representación pictórica de la escena (aunque comparte iconografía con otras tipologías del "Cristo bendiciente", como el Salvator Mundi, más común).También hay varias versiones de Gerard David (finales del siglo XV).El tema es más tratado a comienzos del siglo XVI, tanto por las escuelas italianas como por las alemanas.