Paris Bordone nació en Treviso, pero se trasladó a Venecia en su adolescencia, en la etapa conocida como Renacimiento veneciano.
[1] Únicamente se dedicó a copiar al extremo el estilo de Giorgione.
Bordone se especializó en obras de tamaño más pequeño, a menudo figuras de medio cuerpo, con semidesnudos siguiendo una temática mitológica o religiosa, y con una característica interacción muscular a pesar del abigarrado espacio.
A pesar de lo dicho, Paris Bordone siguió realizando muchos murales pintados en Venecia, Treviso o Vicenza, aunque todos en la actualidad destruidos.
En 1538, fue invitado por el rey Francisco I de Francia, para cuya corte pintó muchos retratos, ninguno de los cuales se conservan en las colecciones francesas, ya que las dos pinturas del autor en el Museo del Louvre son adquisiciones posteriores.