En su etapa inicial, David siguió a artistas de Haarlem como Dirk Bouts, Ouwater y Geertgen tot Sint Jans, aunque ya había evidenciado su poder superior como colorista.
Otro maestro le influiría más tarde, cuando en 1515 visitó Amberes y quedó impresionado con la obra de Quentin Massys, que había introducido una mayor vitalidad e intimidad en la concepción de los temas sagrados.
El resto se encuentran dispersos por todo el mundo, y esto puede deberse al olvido en que cayó su nombre; esto, y el hecho de que, a pesar de toda la belleza y lo conmovedora que es su obra, no aporta nada nuevo a la historia del arte.
El Museo del Prado cuenta con una tabla de su taller, un Descanso en la huida a Egipto, tema repetido por David en múltiples ocasiones.
[7][8] En el vecino Museo Thyssen-Bornemisza se encuentra una tabla correspondiente a una Crucifixión,[9] datada en 1475.
Entre otros pintores flamencos, Joachim Patinir y Jan Mabuse estuvieron, hasta cierto punto, influidos por él.