El Descanso es un tema popular que ha sido tratado por pintores de distintas épocas.
Gerard David lo pintó en numerosas ocasiones utilizando hasta cuatro composiciones diferentes,[1] posiblemente no realizadas por encargo sino destinadas al mercado del arte.
Común a todos ellos es el que Gerard David centra la representación en la Virgen entronizada alimentando al Niño, en una naturaleza donde cobran especial valor el bosque y la profundidad del paisaje que sirven como fondo.
En un segundo plano coloca una escena relacionada con el tema principal: en unas ocasiones con el descanso, en otras con el viaje.
En su lugar se muestra a José descansando y al borrico en la pradera.