La crisis hídrica de la Sabana de Bogotá iniciada en 2024 es una sequía causada por el fenómeno del Niño en los embalses que suministran agua a la ciudad de Bogotá y a municipios aledaños,[1][2] en la que se han evidenciado los niveles de agua más bajos registrados en su historia.
[5] Así mismo, según el IDEAM (la agencia meteorológica del gobierno colombiano), en febrero de 2024, cuando se esperaba que iniciase la temporada de lluvias, se presentó una caída en los niveles de precipitación comparado al promedio histórico.
[1][9] Las medidas de racionamiento excluyeron a la localidad de Usme, debido a que su agua potable proviene del sistema El Dorado, que mantiene niveles del 45 % de su capacidad.
[16] El 20 de septiembre se anunció que las más estrictas medidas de racionamiento en vigor previo a julio serían reimplantadas, empezando el 29 del mismo mes.
Acordaron así restricciones en el uso de agua para lavar carros y fachadas, así como prohibir el acceso a la reserva hidráulica de los municipios.