[2] A su muerte, su madre, Cristina de Lorena, y su mujer, María Magdalena de Austria, se disputaron la regencia, y, extremadamente devotas como eran, favorecieron la investigación que condenó a Galileo.[2] Desde temprana edad recibió una educación moderna y científica, basada en proporcionarle un amplio conocimiento en todos los campos, experimentando en particular con la cultura clásica, la cosmografía, el dibujo, las matemáticas, la mecánica, la danza, así como el estudio de diferentes idiomas como alemán y castellano, que hablaba con fluidez.En esta ocasión, Galileo pensó bien en agradecer al gran duque que le dedicó el "Sidereus Nuncius" y llamó a "medicea sidera" (asteri medicei) los cuatro satélites de Júpiter descubiertos por él.En 1619, el gran duque obtuvo la solicitud de ayuda del emperador y para él logró reclutar un regimiento para enviarlo a Alemania a expensas del estado toscano que, aunque no demostró ser decisivo en la guerra de los Treinta Años, fue el pretexto para Cosme para aspirar a la asignación del feudo de Piombino.Sin embargo, ya en 1621, el regimiento fue destituido por la corte imperial y con este acto las expectativas de Cosme II también terminaron.Intentó desde 1609 apoyar al Sha de Persia, Abás el Grande, en su intento de socavar el Imperio otomano, pero una vez más esta operación no tuvo éxito también debido a las dudas del propio Cosme II, que no se sentía listo para librar una guerra contra los otomanos sin haber escuchado primero la opinión del papa y de España al respecto.Cosme II se dedicó al desarrollo de la flota toscana, dirigida por el almirante Jacopo Inghirami, quien en esos años se distinguió en algunas acciones contra la flota otomana y a la mejora del puerto de Livorno.El principado pasó a Isabella Appiani en 1611 y a su esposo, Giorgio Mendoza, conde de Binasco, que quería garantizar la sucesión de su familia una vez que su esposa murió.