El Papa Clemente VII prefería Roma, pero Carlos V eligió en su lugar Bolonia, dado que muchos romanos culpaban a Carlos del Saqueo de Roma (1527), llevado a cabo por sus tropas amotinadas.
Este momento de conflicto extremo entre el Papado y el Imperio dio lugar a una intensa actividad diplomática durante 1529, un acercamiento de las partes adversas que allanó el camino para su encuentro en Bolonia.
Carlos V viajó por mar desde Barcelona a Génova y continuó por Piacenza, Reggio Emilia, Castelfranco Emilia y Borgo Panigale para llegar a Bolonia el 5 de noviembre siguiente: "... a su llegada el emperador hizo descargar toda la artillería, y en la plaza frente al Palacio del Podestá se instaló una fuente en forma de águila negra en medio de dos leones.
[1] Tanto el Papa Clemente como el Emperador Carlos se alojaron en el Palazzo Pubblico, hoy Palazzo d'Accursio, en habitaciones contiguas que permitían a los soberanos y a sus principales representantes reunirse con frecuencia entre los distintos actos y ceremonias.
En la plaza esperaba Antonio de Leyva con mucha caballería e infantería armada, quien, al oír gritar que el Emperador era coronado "Viva Carlo V Imperatore Invittissimo", hizo disparar todas las grandes bombardas".
[5] Carlos V, que ya había dado muestras de su magnificencia a lo largo del camino "sembrando dinero", nombró caballeros a algunos caballeros y condes boloñeses y luego regresó al Palazzo Pubblico con su corte.