Consistió en dos rondas a doble partido con los enfrentamientos decididos según la región de procedencia del club.
Esto serviría de acicate para el equipo irundarra que se lanzaría fogosamente sobre el arco defendido por Ricardo Zamora.
Cuando el juego se reanuda la Real Unión sigue empeñada en acortar distancias y en unos primeros minutos de acoso al marco rival casi lo consigue.
Se llevaba un cuarto de hora con el partido suspendido cuando los jugadores irundarras deciden volver al campo.
Pero ya poco se podía hacer puesto que el Barcelona aprovechó el desconcierto para en cinco minutos poner el resultado definitivo.