Convento de Santo Domingo (Estella)

Teobaldo II, «sin reparar en gastos», impulsó la construcción del centro monástico: iglesia, sacristía, sala capitular, enfermería, locutorio, cocina, hospedería y dormitorio.

[5]​ El apoyo real recibido con el impulso fundacional se vio continuado durante los siglos medievales posteriores por otros monarcas y figuras pujantes cuyas contribuciones facilitaron nuevas construcciones añadidas a la primigenia.

Finalmente, tras la desamortización de Mendizábal, pasó a dominio público en 1839.

[9]​ Por su abandono y degradación continua el conjunto muestra un estado de ruina en los años 60 del siglo XX en que se inician los sucesivos proyectos de restauración monástica y patrimonial del inmueble: en 1962 se realizan las primeras obras de conservación y entre 1965-1970 regresa una nueva comunidad dominica.

A finales del siglo XIX, Pedro Madrazo describía el conjunto: A principios del siglo XX Torres Balbás afirmaba: El mismo autor la describe entonces así: