Los humanos juegan un papel fundamental al inflamar más del 80% de los incendios forestales en algunos países, como España o EE. UU.El calor solar provoca deshidratación en las plantas, que recuperan el agua perdida del sustrato.Este proceso provoca la emisión a la atmósfera de etileno, un compuesto químico presente en la vegetación y altamente combustible.Normalmente se ocasionan en climas secos o subsecos, como el mediterráneo, donde la vegetación sufre estrés hídrico y además algunas especies vegetales como los pinos contienen resinas que ayudan a que el incendio se propague mejor y sea más virulento.Asimismo generalmente también poseen mecanismos de adaptación al fuego como por ejemplo las piñas serotinas.En esto juega un papel fundamental el uso de camiones cisterna e hidroaviones, con los que se aplica agua o agente extintor al fuego.En esta técnica pueden emplearse autobombas con retardante / expumógeno o extintores forestales de funcionamiento automático por temperatura.También existen variaciones importantes entre las distintas regiones debido a las diferencias en el tipo de terreno, acceso, vegetación, etc.Los avances en prevención y extinción de incendios forestales han permitido que la superficie total de bosque quemado en el mundo se haya ido reduciendo progresivamente desde que se iniciaron los registros a principios del siglo XX, pero se teme que, de no frenarse el cambio climático, la curva estadística vuelva a apuntar hacia arriba en el siglo XXI.[30] Los incendios forestales naturales han ocurrido desde siempre como un elemento normal en el funcionamiento de los ecosistemas.Entre las diversas formas de impacto que producen los incendios forestales se pueden destacar las siguientes:[31][32] Un bosque quemado puede llegar a tardar entre 30 y 50 años en recuperarse, dependiendo de la zona, las especies y las condiciones climáticas.Entre las medidas que se pueden tomar para favorecer esa recuperación están la protección de la superficie del suelo contra la erosión, con métodos como esparcir paja o sembrar hongos simbióticos, y también en algunos casos se aplica la reforestación, aunque esta última solo en casos donde no sea viable la regeneración natural de las especies.[39] Muchas plantas germinan muy bien tras incendios y otras rebrotan (reproducción asexual) de modo eficaz.