[4] Al finalizar la campaña, alrededor de nueve mil soldados portugueses, franceses, italianos e ingleses habían sido capturados por los españoles.
[6] En esa ocasión su intención no era librar un combate naval, sino desembarcar un ejército con sus suministros e impedimenta en una cabeza de playa y darle apoyo hasta que los objetivos militares se hubieran alcanzado.
[9] La calidad de las tropas defensivas era desigual: los franceses y los ingleses eran soldados veteranos, mientras que las milicias locales dirigidas por el gobernador Manuel da Silva no eran fiables para el combate.
[14] En cuanto las naves españolas fueron avistadas al amanecer, Bourguignon abrió fuego con la artillería de Santa Catarina.
La nave capitana de Bazán, que navegaba en cabeza, recibió un fuerte cañoneo y perdió a su timonel.
[19] La vanguardia estaba compuesta por arcabuceros, quienes pronto se encontraron con gran resistencia en los setos y vallados colocados por los defensores.
[19] Desde ahí, De Chatte lanzó fieros contraataques y consiguió romper la primera línea española en varias ocasiones.
[19] Por la tarde llegaron mil soldados portugueses dirigidos por Manuel da Silva y una manada de vacas que lanzaron contra los batallones españoles.
[29] Toledo envió un emisario para negociar con las tropas extranjeras, pero el comandante portugués, António Guedes de Sousa, lo asesinó.
[30] El 8 de agosto, el gobernador portugués Manuel da Silva fue decapitado en Angra por el verdugo del regimiento alemán.
[32] Atacaron las costas de España y Portugal, pero la flota inglesa tuvo que retirarse sin alcanzar sus objetivos.