Para Howard Gardner la competencia lingüística es la inteligencia que parece compartida de manera más universal y común en toda la especie humana.
Es decir, el lenguaje nace desde dentro del individuo y no desde lo social como sostenía Saussure.
El desarrollo de esta competencia se justifica y concreta en las siguientes actividades fundamentales para las relaciones humanas ( BOE 2006): [3]
1) Comprensión de la realidad, comunicación oral y escrita, organización del pensamiento.
7) El conocimiento reflexivo de la lengua para explorar todas las estrategias expresivas que permitan una mejor interacción social.
Cabe destacar que se dividen en tres textos poèticos,narrativos y dramáticos.
Para comenzar, la competencia es por completo individual, mientras la lengua es enteramente social, como señaló Saussure en su famoso Curso de Lingüística General.
De este modo, Hymes introduce una visión más pragmática del lenguaje, en la que los aspectos socioculturales resultan determinantes en los actos comunicativos.
La competencia lingüística es innata, tiene base biológica, es estática, tiene un carácter absoluto y no implica comparación.
La competencia comunicativa, por lo tanto, tiene base social y es específica del contexto en el que tiene lugar la comunicación.
Desde la comunicación se perfilan tres grandes competencias, la argumentativa, la interpretativa y la propositiva.
Asimismo, una buena comunicación es importante para que estos puedan proveer una ayuda eficaz a quienes los utilizan.
Dada la poca cantidad de estudios, estos hallazgos pudieran no ser fiables.