Comedia picaresca

[1]​ Se ha señalado a la película La cigarra no es un bicho, dirigida por Daniel Tinayre y estrenada en 1963, como el primer antecedente del género.

[4]​ La historia transcurre en un albergue transitorio (u «hotel alojamiento»), donde los concurrentes son puestos en una cuarentena obligatoria tras un caso sospechoso de peste bubónica.

[5]​ Además, La cigarra no es un bicho fue la primera película argentina en tener lenguaje soez, cuando en un momento el personaje de Luis Sandrini dice «soy un pelotudo».

[4]​ En 1965, la productora Aries Cinematográfica Argentina incursionó en la comedia picaresca con el estreno de Hotel alojamiento de Fernando Ayala, quien antes había dirigido títulos «serios» que posicionaron a la empresa, como El jefe (1958) y El candidato (1959).

[3]​ Por ejemplo, Producciones Rafael Cohen realizó Clínica con música (Francisco Guerrero, 1974) y Hay que parar la delantera (Rafael Cohen, 1977), entre otras; Todo Show contrató a Gerardo Sofovich como guionista y director luego de su alejamiento de Aries, para las comedias Las muñecas que hacen ¡pum!

[3]​ El elenco de estas películas estaba compuesto por comediantes populares y por mujeres «cuya escultural belleza funcionaba como un atractivo para el público masculino».

[3]​ También estuvieron Adriana Aguirre, Graciela Alfano, Luisa Albinoni, Mónica Gonzaga, Susana Traverso y Beatriz Salomón, entre otras.

[7]​ Algunos de los actores y cómicos que figuraron en estas películas fueron Tristán, Javier Portales, César Bertrand, Adolfo García Grau, Mario Sánchez, Mario Sapag, Marcos Zucker y Julio de Grazia.

[9]​ Según señala Natalia Milanesio, la comedia picaresca fue el «género que más eludió la censura durante la dictadura».

[3]​ En febrero de 1998, Aries estrenó la película La herencia del tío Pepe (1998), la primera película dirigida por Hugo Sofovich en diez años, la cual fue interpretada por los críticos como un regreso de la comedia picaresca a las pantallas.

[8]​[15]​[16]​ En 2020, Verónica Boix escribió en Clarín: «El éxito del dúo cómico respondía a cierto consenso social en cuanto al valor de los cuerpos vulnerados en las escenas.

[15]​ Escribiendo en Infobae, Matías Bauso declaró: «Es humor de hace medio siglo atrás.

Olmedo, Susana Giménez , Porcel y Moria Casán en Las mujeres son cosa de guapos (1981) de Hugo Sofovich.