Combate de Iruya

Manuel Virto atacó Iruya pero tras varios intentos no logró tomarla y debió retirarse, obteniendo así los bolivianos de Timoteo Raña el triunfo.

Tras reorganizar sus fuerzas, el general Alejandro Heredia se dispuso a tomar la ofensiva contra las tropas de Otto Philipp Braun y encargó a Virto que con su división avanzara hacia las montañas de Iruya, en poder del coronel Timoteo Raña, para atacar al grueso del ejército boliviano por la retaguardia e impedir su retirada mientras que la división al mando del general Gregorio Paz debía ocupar la frontera con Tarija y amenazar la ciudad de Chuquisaca.

Virto por su parte, adelantó a los baqueanos para que le informaran sobre el estado de los caminos y la posición del enemigo.

Rivas informó que el frente y los flancos del enemigo se hallaban protegidos por fuerzas atrincheradas.

Mientras la división marchaba a paso lento, Virto envió al capitán Lorenzo Álvarez en calidad de parlamentario.

El fracaso de la expedición sobre Iruya a lo que se sumó el posterior desastre de las fuerzas del coronel Gregorio Paz en Tarija, ocasionaron graves riesgos al norte argentino, ya que los bolivianos podían penetrar con todas sus fuerzas sobre estos territorios sin una resistencia efectiva.

Camino a las proximidades de Iruya.