[3] En algún momento de las campañas del Perú, fue herido y dado por muerto; salvó su vida al ser socorrido por un indígena, llamado o apodado Ataliva.
Luego ascendido a capitán, dirigió la represión de un movimiento realista en Trujillo.
[2] Se destacó salvando una flotilla de buques del ataque brasileño en la Laguna Merín.
[2] En enero de 1836 se unió a la campaña del exgobernador Javier López contra el gobernador Tucumán, Alejandro Heredia.
Dado su rango, Roca también habría sido fusilado por orden de Heredia, pero su ministro Juan Bautista Paz intercedió por él debido que era el prometido de su hija Agustina Paz, con quien se casó unos meses más tarde.
[2] En 1861 se unió a las fuerzas del general Urquiza contra Buenos Aires, y luchó en la batalla de Pavón.
Al ver la dispersión de la infantería federal, intentó convencer de huir a su hijo Julio, artillero en esa batalla, pero este se quedó hasta que Urquiza abandonó a su ejército.
Roca alcanzó a redactar sus memorias sobre la de la Sierra, documento fundamental para los historiadores, y dejó para después las otras tres.
Las fuerzas santiagueñas fueron licenciadas y no participaron de la guerra, sin embargo el Batallón Tucumano se mantuvo a salvo y, prosiguiendo río abajo, llegó a Santa Fe el 25 de septiembre.
Sirvió a órdenes de Belgrano, San Martín, Bolívar, Sucre, Santa Cruz, Alvear, Mansilla, Lavalleja, Lavalle, Paz, La Madrid, Urquiza y Mitre.
Muchos historiadores, comenzando por Mitre, han lamentado que haya muerto antes de poder escribir sus memorias completas.