Sin embargo, para ese momento el gobierno de la Magdalena había sido desmantelado por el Ejército chileno.
En esos momentos ocurren varias deserciones, entre ellas las del coronel José Barredo y medio Regimiento Dos de Mayo, que imposibilitaron la movilización.
Cáceres fue informado sobre este hecho y el día 30 ordena que se movilicen a Huancayo, pues el Ejército del Centro necesitaba urgentemente refuerzos.
[1] Luego de este suceso, Cáceres entra triunfante a Ayacucho, ovacionado por el fervor popular.
El coronel Vargas Quintanilla se incorporó al Ejército del Centro.