Arnaldo Panizo

Quedando viudo, Arnaldo Panizo contrajo segundas nupcias al año siguiente con Benjamina Vargas O’Dowling, una mujer peruana natural de Iquique cuando este territorio era todavía parte del Perú.

Con Benjamina Vargas, Panizo Abasolo tuvo otros seis hijos: Aníbal, Arnaldo, Gonzalo, Rebeca, Elena y Doloritas, la última que falleció a los cuatro años de edad.

Regresó al Colegio Naval militar, a la Compañía de Cadetes como profesor, siendo director el general José Allende.

Surgida la cuestión de los coroneles Gutiérrez, se retiró del servicio, negándose a tomar parte en la revolución; pero no habiendo resuelto su renuncia cuando estalló el movimiento, se reincorporó, habiendo contribuido al restablecimiento del orden a las órdenes de su jefe, el coronel Vidal García y García.

Estuvo presente en las baterías del norte durante nueve días en el que el transporte chileno “Angamos”, bombardeó el puerto y las fortificaciones.

Desgraciadamente se atribuye Iglesias la última defensa, olvidando por completo la actuación de los artilleros del Morro Solar.

El 6 de noviembre García Calderón es llevado preso a Santiago y Lizardo Montero ocupa su lugar.

En Tarma se entera de que el general lo había desconocido pero sin reconocer a García Calderón.

Piérola, ya sin apoyo dimite en un decreto, ordenando a las fuerzas que le obedecían ponerse bajo el mando de Cáceres.

El 9 de diciembre Cáceres ordena a las fuerzas del Sur comandadas por Panizo su movilización al cuartel general en Huarochirí.