Otros metales y óxidos metálicos se pueden agregar al vidrio durante su fabricación para cambiar su color, que puede aumentar su atractivo estético.
[8] Su color varía si se les somete a procesos cíclicos de calentamiento y enfriamiento, que reavivan esos colores.
[9][10] El óxido de estaño con los óxidos de antimonio y arsénico producen un vidrio opaco blanco (vidrio opalino), que se utilizó por primera vez en Venecia para producir una imitación de la porcelana.
La luz dispersada es azul y violeta, como se ve en la imagen, mientras que la luz transmitida es de color amarillo y rojo.
El vidrio dicroico tiene una o varias capas de rango nanométrico (por ejemplo metales, óxidos metálicos, o nitruros) que dan al cristal dicroico sus peculiares propiedades ópticas.