El nombre deriva del latín culcĭta, colcha, cobertura de cama.
Los colchones de lana fueron populares en Europa hasta bien entrado el siglo XX.
A principios del siglo XVII aparecieron en Inglaterra los primeros colchones de muelles.
Uno de los colchones más populares en Estados Unidos fue lanzado en 1925 por el fabricante Zalmon Simmons y se denominó Beautyrest.
La lana se metía a presión y a fuerza de brazo por cada cámara hasta lograr un colchón con superficie relativamente uniforme, muy pesados, de buena cualidad térmica pero poco resilientes.
Las plumas de ganso brindan cualidades únicas de flexoelasticidad debido a su forma arqueada, por lo que los colchones poseen propiedades térmicas que los hacen muy apreciados en los climas fríos.
No tienen resiliencia y brindan una escasa cualidad flexoelástica al cuerpo en reposo; no obstante, parece ser que estas culturas tienen menores índices de deformaciones en la columna vertebral debido a su rigidez que las occidentales.
La obtención de dicho bloque se consigue al espumar el líquido obtenido del árbol Hevea brasiliensis, abundante en Malasia.
La adaptabilidad del látex hace a los colchones idóneos para combinarlos con somieres abatibles o camas eléctricas.
El material viscoelástico (poliuretano flexible) fue desarrollado por la NASA con unas propiedades únicas e innovadoras para aliviar la presión del cuerpo.
Entre las propiedades del material viscoelástico destaca su gran adaptabilidad y su grado de firmeza medio.
Por eso, una densidad media es más adecuada que una muy blanda o demasiado dura.
Son usados con mayor frecuencia en el cuidado de personas adultas o con alguna discapacidad física que no les permite moverse y deben permanecer recostado por largos periodos de tiempo.
En varios países, especialmente en Argentina, se denominan colchonetas a las que en España son llamadas esterillas aislantes.
Así los destinados a prisiones o transporte público (coches-cama) se fabrican con materiales ignífugos.
Por su parte, a los que utiliza la marina se les aplica un tratamiento antioxidación en los muelles.
Una de las necesidades primordiales del cuerpo humano es descansar ya que, cuanto más profundo y sin interrupciones sea el descanso, mayor será el efecto reparador y renovador del sueño.
Los colchones se venden principalmente en comercio especializado, tiendas de muebles y grandes superficies, aunque la tendencia creciente es la compra por Internet, ya que el consumidor cuenta con un periodo de prueba que le da confianza para probarlo durante varios días y comprobar así que realmente es apto para su descanso.
Luego están las ventas de reposición cuando se cambia tan solo el colchón, que se produce en el resto de establecimientos invirtiendo más en salud y confort.
El mercado se reparte a partes iguales entre la primera compra y la de reposición.
En cuanto al comercio especializado, las tradicionales colchonerías han dado paso a establecimientos de gama alta en los que se encuentran camas eléctricas, ropa de cama, e incluso mobiliario del hogar.
Otros canales de venta son hostelería e instituciones, que agrupa hospitales, centros penitenciarios y fuerzas armadas.
Para un óptimo descanso se recomienda acudir a un especialista para testar el producto y conseguir aquel que permita una buena adaptación de la espalda.