Claudi Arimany

Desde los años ochenta ha actuado como solista invitado por las mejores orquestas internacionales, además de dedicarse al estudio y la recuperación de obras para flauta y a la actividad docente.

Así fue cómo Arimany tuvo el primer contacto con el maestro Rampal, pero no fue hasta que lo vio actuar en el Palacio de la Música Catalana cuando decidió cambiar de registro y ampliar sus estudios musicales en Niza y París, con flautistas como Georgy Sébok, Alain Marion y Raymond Guiot.

En 1982 obtuvo su diploma en París, con un primer premio concedido por unanimidad del jurado.

Poco antes, Rampal había dejado por escrito su opinión sobre el arte de su pupilo y compañero de giras, en el que se puede considerar un testamento artístico.

[15]​ La más importante emotivamente y que utiliza en sus conciertos es la emblemática flauta de oro del célebre constructor W. S.

[19]​ Cuando presentó en 1986 un proyecto a una discográfica alemana para editar las obras de Bach para flauta, no fue recibido con interés, puesto que eran múltiples las grabaciones del autor que ya había.

[2]​ Un interés especial para identificar compositores catalanes que habían escrito para flauta lo llevó a poner en valor la producción de Joan Baptista Pla (1720-1762), un contemporáneo de Mozart que viajó por toda Europa y del cual se conoce poca obra.

Carta de Rampal sobre Arimany
Arimany y Rampal.
Grabación de los conciertos de Joan Baptista Pla con la Orquesta de Cámara Inglesa