Georg Philipp Telemann nació en Magdeburgo, actual capital del estado federado de Sajonia-Anhalt.
El padre falleció en 1685, dejando a cargo de la viuda la educación del joven Telemann.
Sin embargo, esta aptitud no contaba con el apoyo de su familia; temiendo que Telemann siguiera una carrera musical, su madre le quitó todos los instrumentos y lo envió en 1693 a una nueva escuela en Zellerfeld, con la esperanza de que este cambio orientara al muchacho hacia una profesión más lucrativa.
Factores clave para que Telemann se convirtiera en el más famoso músico de su época en Alemania fueron su sentido del humor, una personalidad amigable, una tremenda confianza en sí mismo y una productividad increíble desde temprana edad.
Telemann también ocupaba a muchos estudiantes en sus producciones operísticas, restándoles tiempo para participar en la música sacra promovida por Kuhnau.
Telemann abandonó Leipzig en 1705 para actuar como maestro de capilla en la corte del conde Erdmann II en Sorau.
Allí escribió dos cantatas para cada liturgia dominical, así como otra música sacra para ocasiones especiales, además de enseñar canto y teoría de la música, y dirigir otro collegium musicum, que realizaba uno o dos conciertos por semana.
Telemann también dirigió la ópera local durante unos pocos años, pero esto le significó una quiebra financiera.
Durante esta época trabajó además con algunos jóvenes compositores, como Franz Benda y su ahijado, Carl Philipp Emanuel Bach.
Sin embargo, para principios del siglo XIX sus obras se interpretaban con menor frecuencia.
Actualmente numerosos conjuntos en todo el mundo interpretan su música, que está además disponible en incontables grabaciones.
Esta estrategia comercial adelanta lo que varios siglos después sería una práctica común.