Teoría del clinamen

El clinamen (en plural clinamina, derivado de clīnāre 'desviar, inclinar') es el nombre en latín que dio Lucrecio para traducir la expresión griega parénklisis a la impredecible desviación que sufren los átomos en la física de Epicuro.

Es decir, el clinamen proporcionaba una base ontológica sólida en la que justificar el libre albedrío.

[7]​ Si bien los átomos afectados por el clinamen se colapsan respectivamente en una relación de suposición recíproca, Deleuze rechaza esta versión de la multiplicidad, tanto porque los átomos son demasiado independientes como porque la multiplicidad es «espacio-temporal» antes que interna.

[8]​ Simone de Beauvoir,[9]​ Jacques Lacan,[10]​ Jacques Derrida, Jean-Luc Nancy, Alain Badiou[11]​ así como Michel Serres y el polemólogo Gaston Bouthoul han hecho un uso extenso de la idea del clinamen, si bien con muy distintas lecturas.

O. Votka, patafísico, escribe que Epicuro Y el oulipiano Paul Braffort commenta: Perec define así el clinamen: