Cirilo de Alameda y Brea
Entró con doce años en la Orden Franciscana y tras alcanzar el sacerdocio prosiguió con su formación.Su gran influencia en la orden religiosa a la que pertenecía le permitió acercarse a la Corte de Fernando VII donde ejerció una notable influencia.De 1817 a 1824 fue ministro general de su Orden y al terminar su mandato fue designado vicario general de España, lo que implicaba seguir gobernando la orden en España, pero en 1830, el nuevo nuncio, monseñor Tiberi, menos proclive a los postulados absolutistas de fray Cirilo y de Giustiniani, quien le había precedido en la nunciatura, forzó el relevo y en el capítulo general de la orden celebrado en Alcalá de Henares fue elegido ministro general el anciano fray Luis Iglesias González.No obstante, el triunfo isabelino en la guerra, se le consideró reintegrado a la sociedad española y fue propuesto por la reina Isabel para ser arzobispo de Burgos en 1849, siendo elegido senador vitalicio.Más tarde fue igualmente propuesto y elevado a arzobispo primado de las Españas en Toledo en 1857.