Cursó Artes y Teología, con excelentes calificaciones, y fue seleccionado para optar a los grados académicos, para lo que pasó en 1790 al colegio de Alba de Tormes.Tras la ocupación francesa fray Luis permaneció en su puesto y fue uno de los treinta y nueve catedráticos santiagueses que juró fidelidad a José I Bonaparte, por lo que tras la retirada de los franceses fue sometido a diversos procesos de depuración de los que salió absuelto y repuesto en su plaza.A petición de las religiosas de su convento, entre desconfiadas y atemorizadas por los sucesos que acompañaban estos fenómenos y apariciones, fray Luis autorizó someterla a un exorcismo, sin resultado aparente.[5] El 17 de julio de 1834, cuando una multitud fanatizada se lanzó al asalto de los conventos madrileños acusando a los frailes de propagar el cólera, fray Luis Iglesias se encontraba en su convento de San Francisco el Grande, en el que las turbas asesinaron a cuarenta y ocho religiosos y, aunque él pudo escapar con vida, murió antes de cumplirse el mes, a consecuencia de aquellos sucesos.Le sucedió el definidor general, el padre Andrés Dos Barrios, confirmado luego sin la preceptiva celebración del capítulo general por las difíciles circunstancias por las que atravesaban las órdenes religiosas, sometidas al proceso de exclaustración.