Cipitío

El Cipitío (también llamado Cipitío, Cipitín, Cipitillo, Cipito, Cipe, Cepit, Juan, Tzipitío o Tzipit) es un ser considerado legendario de origen náhuat en Nicaragua, Honduras, México, Guatemala y El Salvador.

Se le atribuyen una serie de habilidades, facultades y poderes sobrenaturales que usa para divertirse sin preocuparse por nadie más.

[3]​[4]​ Otra versión cuenta que su madre sedujo a un príncipe nahua Yeisun, hijo de Tláloc, con quien tuvo un hijo a quien llamaron Cipit (que en la ortografía actual del náhuat se escribiría Tzipit).

Pero su madre nunca se hizo cargo de él y lo descuidó para irse con sus amantes.

[5]​ Aunque también existen otras versiones en donde Cipit muere a causa del descuido de su madre.

[7]​ El Cipitío es un ser propio del folklore salvadoreño, guatemalteco y mexicano.

Cuando los campesinos intentan seguir sus huellas, se pierden, puesto que, dada la deformación física, siguen el camino de manera errónea van al lado contrario.

Generalmente hace bromas con las cuales se burla de las personas con una risa sonora.

Estos misteriosos seres no hablan, solo balbucean «zipe», de ahí su nombre.

[13]​ El Tzitzimite es “un hombrecito muy pequeño, vestido de negro, con un gran cinturón muy brillante.

Cuando encuentra a la mujer de sus amores, amarra sus mulas al primer poste que encuentra, descuelga su guitarra que lleva al hombro y empieza a cantar y bailar.

En 2005, el Ministerio de Educación lanzó la serie "Las nuevas aventuras del Cipitío", las cuales son transmitidas por Canal 10.

Las historias se ven enriquecidas con personajes como el Brujo Barbujo (Manuel de Jesús Martínez, Lic.

[15]​ En cuanto a la fidelidad de la serie con respecto a la tradición, el aspecto físico del Cipitío es casi exactamente calcado del tradicional, salvo por los pies al revés, que por ser un actor humano, no podían simularse tan fácilmente.

Escultura de El Cipitío en El Salvador.
Departamento de San Vicente, donde se sitúa tradicionalmente el Cipitío.