[2] Durante los años 1920, la producción cinematográfica floreció en varias regiones del país: Recife, Campinas y Cataguases.
[3] En 1930, la empresa brasileña Cinédia fue fundada por Adhemar Gonzaga, quien se dedicó, desde 1933 ,a la producción de dramas populares y comedias musicales burlescas, un género que fue peyorativamente denominado chanchada.
La gran actriz Carmen Miranda que también actúa en " Banana da Terra " (1939) dirigida por Ruy Costa, logrò mayor notoriedad en el extranjero.
[5] José Lewgoy apareció comúnmente como villano,[6] mientras que Zézé Macedo tomo a menudo el rol de la esposa indeseada y quejumbrosa.
A menudo, las películas de este período han sido ignoradas por considerarse que eran demasiado comerciales y americanizadas, aunque para los años 1970, cierto revisionismo buscó restaurar su legitimidad.
En Brasil, esta tendencia fue llevada a cabo por su propio movimiento de nueva ola: el Cinema Novo.
Su trabajo contiene muchos elementos alegóricos, una fuerte crítica política y una impecable puesta en escena que fue fácilmente adoptada por los intelectuales.
Otros directores claves del movimiento incluyen a Nelson Pereira dos Santos, Ruy Guerra y Carlos Diegues.
En 1968, Rogério Sganzerla presentó O Bandido da Luz Vermelha, una historia basada en un criminal infame del período.
Como el nombre lo sugiere, eran comedias sexuales, aunque no representaban escenas de sexo explícitamente.
Si bien el país se encontraba bajo una dictadura, la censura tendió a ser más política que cultural.
Las películas en este período se beneficiaron de las agencias administradas por el Estado, en particular Embrafilme; sin embargo, su rol fue ambiguo.