Checa (España)

[1]​[2]​[3]​ Las checas fueron utilizadas principalmente por algunas personas o grupos relacionados con partidos y sindicatos que operaban en la zona republicana.

[4]​ Por lo general, estas instalaciones eran conocidas por la calle donde se encontraban, o bien por el nombre de quien las dirigía.

Recientemente, se ha cuestionado el uso de la palabra «checa» por ser un término acuñado por la prensa y la propaganda franquista.

Así, se han destacado las diferencias que existían entre estos centros parapoliciales y la Checa, policía política soviética de donde proviene el término; así, el uso de la palabra cumplió una función a nivel nacional para simplificar al enemigo asociándolo a injerencias extranjeras.

[23]​ La denominación procede del apócope de la Comisión Extraordinaria (Chrezvichàinaia Komissia) creada en Rusia el año 1917 por los bolcheviques para reprimir con dureza cualquier acto considerado como contrarrevolucionario.

Aunque muy disminuida por el caos producido por la rebelión, la administración de justicia tradicional no desapareció totalmente.

Ciertos casos, como el de los generales Fanjul, Goded y Fernández Burriel, fueron enjuiciados por tribunales constituidos con unas ciertas garantías.

Las autoridades crearon con el tiempo unos tribunales mixtos en los que, aunque había jueces profesionales, predominaban los jurados simpatizantes de las organizaciones izquierdistas.

Estas organizaciones practicaban detenciones y realizaban incautaciones pero los detenidos que no eran asesinados por ellas eran entregados a checas propiamente dichas.

Aunque suelen estar incluidos en las relaciones de checas hechas por diversos historiadores, algunos discuten su consideración como tales.

[33]​[nota 3]​ Sin embargo, este organismo cayó pronto en la órbita del cada vez más influyente Partido Comunista, y realizó numerosas actuaciones represivas irregulares, llegando a crear cárceles secretas sin el conocimiento del presidente Negrín.

[38]​[39]​ Otros casos similares que la historiografía relaciona con el NVKD fueron los de los comunistas antiestalinistas Kurt Landau, Mark Rein y Erwin Wolf.

[42]​ En ocasiones, procedían al asesinato del detenido sin más trámite, pero lo usual era conducirlo a la checa para que prestara declaración.

[17]​ En Barcelona, algunas víctimas de la represión fueron los pistoleros que habían practicado un auténtico terrorismo contra la CNT durante años.

[46]​ Además de estos objetivos lógicos, el absoluto descontrol con el que actuaban los milicianos y la total ausencia de garantías para los detenidos, hizo que muchas otras personas se convirtieran en víctimas suyas por motivos diversos: pertenecer a una determinada clase social,[47]​ tener ideas políticas conservadoras y aun liberales, profesar la fe católica,[46]​ haber sido denunciado por una rencilla personal, acudir a la checa a protestar por la detención de un familiar o amigo o disponer de bienes que pudieran ser incautados.

El destino del arrestado podía seguir tres caminos: la libertad, la muerte y, en ocasiones, el ingreso en prisión.

La condena a muerte era definitiva, inapelable y de inmediata ejecución, sin que la decisión fuera argumentada documentalmente.

[48]​ Estaban ubicadas principalmente en Madrid,[24]​ Valencia y Barcelona,[25]​ muchas de ellas en pisos incautados o iglesias.

Posteriormente, el «tribunal popular» que se creó para dar cobertura a la represión de supuestos contrarrevolucionarios acabaría con otras tantas personas.

La dirigían Ramón Torrecillas Guijarro y Domingo Ranchal, policías provisionales que llegaron a la ciudad junto al gobernador civil comunista Cabo Giorla.

Crearon varias brigadas que practicaron registros, detenciones, torturas (como simulacros de fusilamiento) y asesinatos.

Los chequistas fueron detenidos por orden judicial y la prensa libertaria cifraba en sesenta el número de personas que habían pasado por sus manos.

Edificio del Círculo de Bellas Artes , cuyo sótano albergó la denominada Checa de Bellas Artes , en realidad dependiente de un organismo oficial conocido como Comité Provincial de Investigación Pública.
La Casa de Campo , amplia zona verde contigua a Madrid, fue uno de los lugares apartados donde se daba el paseo a los detenidos.
También la Estación de Atocha de Madrid albergó una checa.
El antiguo cine Europa (en la actualidad una tienda de saneamientos), albergó una checa de la CNT .
El líder nazi Heinrich Himmler visitando la checa barcelonesa de Vallmajor, en 1940.