Su producción comenzó en 1946, justo después de la Segunda Guerra Mundial, y finalizó en 1950, siendo sucedidos por el Cessna 150.
Se trataba de un monoplano con cabina cerrada biplaza, con un ala alta arriostrada mediante soportes, que encabezó una serie de desarrollos cuya producción finalizó a mediados de los años 80.
La estructura era totalmente metálica, a excepción de las alas, recubiertas en tela; el tren de aterrizaje, fijo con rueda de cola, introducía ruedas principales cantilever con muelles de acero; la cabina cerrada contaba con doble mando estándar en las dos plazas dispuestas lado a lado.
La variante final del Cessna 140 fue el 140A, propulsado por un motor Continental C-90 que desarrolla 67 kW (90 hp) y con alas revestidas de aluminio.
Las modificaciones más comunes de los Cessna 120 y 140 incluían: