La más dulce y que se produce en mayor cantidad es la primera.
También es una variedad local, más temprana que las Picotas del Jerte.
Si las Picotas del Jerte llegan en junio a los puntos de venta, la Navalinda lo hace en mayo.
Es muy apreciada por su gran calidad y por su fama internacional, siendo exportada a países como Alemania, Francia o Reino Unido, entre otros.
En 2013 había 3.737 cultivadores con explotaciones registradas que cubrían una superficie de 9.856 hectáreas; su producción potencial total combinada asciende a 8.815 toneladas anuales.