Loza o cerámica de Fajalauza es la cacharrería popular en barro vidriado y decorado, originalmente elaborada en el Albaicín granadino, con una tradición alfarera que se remonta al año 1517,[1] aunque no se conocería con ese nombre hasta la primera mitad del siglo XIX.Permaneció invariable en un estilo y señas de identidad caracterizados por el vidriado estannífero y la decoración en azul-gris o verde con motivos vegetales –con el protagonismo de la granada–, pájaros, lacerías y motivos heráldicos con águilas bifrontes.Constituye el acceso a la parte más elevada del Albaicín, comunicando en época cristiana dicho arrabal con el de los Alfareros, situado a extramuros entre esta puerta y el convento de San Antonio y San Diego, actualmente desaparecido.Esto es debido a que muchas alfarerías de la ciudad se convierten en propiedad de castellanos repobladores, y Fajalauza es un producto directo de esas nuevas dinámicas sociales y comerciales, que van directas a cubrir las necesidades de la nueva población castellana, con series estandarizadas y producciones en masa, teniendo para el siglo XVII con la expulsión de los moriscos unas redes de comercio y de estandarización profundamente castellanas[5] Hasta 1975, aproximadamente, la loza basta y popular de Fajalauza mantuvo sus características primitivas: vidriado con poco estaño, decoración en verde o azul grisáceo, motivos vegetales -el fruto de la granada especialmente-, pájaros, motivos heráldicos de supuestas águilas bicéfalas... Señas que sin variación perceptible decoraban sencillas fuentes de solero plano o abombado, tazones, cantarillos, jarras de cuerpo globular y las famosas jarras alcarrazas (que engendraron el dicho popular "Verde y con asas: alcarraza") tupidas de 'caracolillos' y curvas entrelazadas.Otra amenaza a su 'pureza ancestral' es la masificación comercial (con un mercado que llega hasta Japón).