Frutero

El modelo histórico tradicional ha sido una fuente, en forma de copa, elevada sobre un pie o soporte; algunas disponen de un eje sólido vertical terminado en un asa para facilitar su traslado.

Hoy en día se utilizan fruteros de muy diversas formas, desde grandes cuencos y platos decorados a cestos y otros receptáculos de diversos materiales: cerámica, metal, madera, vidrio, plásticos, etc.

La belleza natural de las frutas lo convierten en recurso ornamental sencillo y básico.

El frutero es también un reto para el aficionado al bricolaje, pudiéndose construir modelos personales y originales de forma casera y a partir de materiales reciclados.

[2]​ En la antigua Creta, se han encontrado fruteros de diversa forma y decoración.

Frutero del primer palacio de Festos.