Este nuevo camposanto se emplazaría en Poseckschen Garten, en la parte sudoeste de la ciudad.
Para conservar su aspecto, ya no se realizan entierros al norte de la cripta ducal.
La cripta ducal sirvió exclusivamente como tumba para la gran casa ducal de Sajonia-Weimar-Eisenach, siendo las excepciones los grandes poetas Johann Wolfgang von Goethe y Friedrich Schiller, que fueron enterrados con la familia ducal a petición del gran duque Carlos Augusto, quien a su parecer, ambos poetas merecían estar con le Gran Duque incluso en la muerte.
Así, junto con las plantaciones y las antiguas arboledas de las zonas ajardinadas, se crea un encuadre digno para la cripta ducal.
Este último fue erigido en 1797 en memoria de la actriz Christiane Becker-Neumann, fallecida a los 18 años.
Goethe sugirió que el monumento, decorado con máscaras, ninfas bailando y los signos del zodiaco fuera construido por el escultor de Gotha Friedrich Wilhelm Döll, basándose en un boceto de Johann Heinrich Meyer.
La última vez que Goethe vio actuar a Christiene Becker-Neumann fue como Eufrósine en la ópera Das Petermännchen de Joseph Weigl y, en recuerdo al fallecimiento de la actriz, escribió en 1797 la elegía homónima «Eufrósine».
Delante de la Casa del Pueblo se puede encontrar una placa conmemorativa para estas víctimas.
En un principio, siete de las víctimas fueron enterradas en la parte norte del cementerio y, un año después, las trasladaron allí donde estaba el monumento.
Hay otros cementerios históricos, en los que ya no se realizan sepulturas, como son el cementerio judío (Jüdischer Friedhof), un pequeño camposanto en la esquina de Leibnizallee con Musäusstraße que solo se utilizó desde 1775 hasta 1892 y que actualmente está declarado como monumento cultural; y el cementerio soviético (Sowjetischer Friedhof) en el parque Park an der Ilm, que en junio de 1945, se estableció como «cementerio honorífico del ejército rojo» y alberga alrededor de 640 militares fallecidos en la Segunda Guerra Mundial.