Se erigió entonces una modesta capilla bajo la advocación de são Francisco das Chagas, dando el nombre de São Francisco do Porto dos Casais al asentamiento que comenzaba a formarse.
Esta primitiva capilla fue construida junto a la rúa da Praia y no era más que un rancho de tapia.
Este estado de inconclusión duró hasta la administración del Conde de Caxias, que en 1846 ordenó terminar la torre izquierda, revocar el exterior y reparar el tejado, que ya estaba en ruinas.
Desde 1841, la Hermandad del Santísimo Sacramento, aún con la iglesia inacabada, se quejaba de su pequeño tamaño y de las condiciones ruinosas, y quería construir una iglesia más grande.
El proyecto fue criticado especialmente por la Escuela de Ingenieros, lo que provocó su abandono.
Los otros dos premiados, Wiederspahn y Baade, eran protestantes, lo que pudo suscitar resistencias en el seno de la Iglesia católica.
Aunque el mérito de la obra fue de Giovenalle, Günter Weimer afirma que su revisión fue somera, utilizando en gran parte el proyecto presentado por Wiederspahn y entregando la mayor parte del trabajo técnico al checo Josef Hruby.
Los paneles laterales representan las escenas de la Anunciación y la Crucifixión, con el Pantocrátor encima en el tímpano.[7].
[8] En 2009, la Catedral y el edificio anexo a la Curia Metropolitana fueron inscritos en la lista del ayuntamiento de Porto Alegre.