Aldo Locatelli nació en una familia humilde en el norte de Italia, y desde temprana edad se interesó por las artes.
Durante a Segunda Guerra Mundial realizó diversos trabajos en Italia.
Acabó siendo reconocido como un gran artista y fue convidado para pintar en las paredes y paneles, en las ciudades de Porto Alegre, Santa María, Caxias do Sul e inclusive fuera del estado de Río Grande del Sur.
Los frescos en la Catedral de Pelotas y la vía crucis en la Iglesia de San Pelegrino, en Caxias do Sul, que le llevó 10 años para ser concluida, son consideradas sus obras mayores.
Su última obra fue la pintura del cuadro Sagrado Corazón de Jesús, inconcluso debido a su fallecimiento.