“En 12 días del mes de junio del dicho año (1584) el Reverendo Señor licenciado Pasqual Gutiérrez tiniente cura desposo a Diego de andaro y a Doña Juana gaitan con un mandamiento del Señor Vicario de illescas.
testigos Diego escribano y Juan de uxena i billafuerte.
Durante este periodo, Juana Gaitán presentó a Catalina, al futuro autor de Don Quijote.
Catalina tendría en cuenta a María de Uxena en el futuro.
Cervantes decidió acompañar a la comitiva hasta la Ciudad Imperial, consiguiendo ser nombrado Comisario Real de Abastos, para dotar de víveres a la Armada Real que se hallaba anclada en Lisboa, preparándose para una contienda con la Reina Isabel de Inglaterra.
Cervantes se halla normalmente de viaje por Andalucía, y las visitas y estancias en el Lugar de Esquivias, se hacen cada vez más espaciados.
Dice esta Acta de bautismo: Al margen: Melchor.
Mientras tanto, las visitas que hace Miguel de Cervantes a la Corte, son cada vez más espaciadas en el tiempo.
Cuando estas se producen, al hallarse Esquivias en el Camino Real de Madrid a Toledo, Cervantes permanece en el Lugar de Esquivias dos o tres días, tanto a la ida como al regreso, partiendo de nuevo a Andalucía.
Con este poder, Cervantes se asegura de que no falten recursos para estas familias, en su ausencia, al conceder a su esposa y hermana suficiente capacidad de obrar.
Vezino deste lugar de esquivias recibió los Santos Sacramentos.
Días después llegó Cervantes a Esquivias, pues tenía previsto hallarse en la ceremonia donde Francisco de Salazar, su cuñado, iba a tomar los hábitos sacerdotales.
Como consecuencia de dicha declaración hecha por Cervantes, Francisco pudo ser ordenado Sacerdote en la fecha prevista.
A partir de esta fecha, Cervantes y Catalina permanecerían juntos, salvo los viajes puntuales que realizara Miguel para resolver asuntos personales sobre el litigio que le llevó a ingresar en la cárcel de Sevilla, y de asuntos relativos a las obras teatrales que tenía publicadas.
Cervantes retoma en el Lugar de Esquivias la redacción del Quijote, que "engendró" en la cárcel de Sevilla "donde toda incomodidad tiene su asiento y todo triste ruido hace su habitación".
No obstante, Catalina sigue teniendo una vida social acorde a su condición, actuando como madrina de los siguientes bautizos: Al margen: Juan.
No obstante, Catalina, merced a la educación recibida, asumiría el conocimiento de la hija de su esposo, no poniendo trabas a su relación, sabiendo, como ella sabía: "que las manchas del pasado se limpian con el paso del tiempo".
En dicho testamento, entre otras cosas manda Catalina: "Item mando a María de Uxena, mi criada, hija de Juan de Uxena y Ana Rodríguez, vecinos de Esquivias, todos los vestidos de seda y otros cualesquiera y el manto que tuviere y camisas el día que yo muera, y esto la mando por el mucho amor que la tengo por el tiempo que me sirvió siendo niña, y ruegue a Dios por mi alma.../ Item mando que quando Dios sea servido de me llevar desta presente vida, mi cuerpo sea llevado al Lugar de Esquivias, jurisdicción de la cibdad de Toledo, y me entierren en la sepoltura de Fernando de Salaçar Bozmediano, mi padre, que está en el coro de la iglesia del dicho lugar junto a la grada del altar mayor de la dicha iglesia, que está con su losa…/ Item mando al dicho Miguel de Zerbantes, mi marido, la cama en que yo mueriere, con la ropa que tuviere, con más todos los demás bienes muebles que yo tuviere, eçebto lo que mando al dicho mi hermano, esto sin que se le pida quenta al dicho mi marido, por el mucho amor y buena compañía que ambos hemos tenido…/ Item mando al dicho mi marido una tierra de una aranzada, que llaman el Herrador, por sus días, y después venga al dicho mi hermano Francisco de Palaçios, y después de sus días la goze la dicha iglesia con la propia carga de la demás hazienda dicha en una cláusula deste dicho mi testamento.
Es posible que la relación entre ambas mujeres hubiera experimentado una leve mejoría, pero Catalina no podía olvidar los malos momentos que pasó por verse obligada a ser testigo de los devaneos de Isabel, del trato personal recibido, cuando Catalina quiso poner orden en su casa, sin conseguirlo.
Evidentemente Catalina no tenía otra referencia más próxima para poder decidir donde ser enterrada.
Bien es cierto que en abril del pasado año de 1609 Cervantes había entrado en la Orden de San Francisco, y que Catalina, junto con Andrea, también recibieron el hábito de la dicha Orden, no claustral, dos meses después; pero ella prefería que su cuerpo volviera a la iglesia donde recibió las aguas bautismales.
Muy buenos sentimientos tendría Catalina por María, no siempre transmitidos a los demás, para tenerla presente en su testamento, aparte de Cervantes y su hermano Francisco, claro está.
Cervantes y Catalina se mudan de casa varias veces en esos años, hallándose Miguel cada vez más próximo a sus contertulios de la Imitatoria de Madrid, adonde también algunas veces le acompañaba Catalina; su cultura y conocimientos no contrastaban con su entorno, aunque ella prefería quedarse en casa, inevitablemente, añorando su Esquivias querido, sus vecinos, sus primas, a las que no veía desde hacía años; los Uxena, Carrasco, en fin todos sus seres queridos, por lo que Cervantes y Catalina visitan con más frecuencia el Lugar de Esquivias, donde se halla Francisco ejerciendo de cura beneficiado.
Hallándose Cervantes y Catalina residiendo en el Lugar de Esquivias, asisten a los desposorios de Juan Fernández (Hernández), hijo de Simón Hernández -que el 25-X-1586, Cervantes y Catalina apadrinaron en su bautismo-: Al margen: Juan Fernández y Luisa Romero.
En agosto de 1613, salen de la imprenta las Novelas Ejemplares; después El Viaje del Parnaso, que al fin se atrevió a realizar Cervantes, al hallarse la obra escrita en verso.
Muchas cosas han acontecido en la vida de la hidalga esquiviana.
Existe mucha intriga sobre él porque de este matrimonio tan repentino.
Aun así, los datos son estos: El matrimonio se celebró a los tres meses de conocerse.
De esta forma podría solucionar su constante inestabilidad financiera y proseguir con su ya iniciada carrera literaria, ya que preveía publicar de manera inminente su primera obra importante, La Galatea.
El caso es que Cervantes desapareció y apareció constantemente hasta febrero de 1599; a partir de esta fecha, el matrimonio ya no se volvió a separar.