Es un habla intermedia entre el leridano y lo ribagorzano, pero también tiene algunos rasgos meridionales comunes con el valenciano.
Sin embargo, de forma parecida a lo que ocurre con la polémica del valenciano, también existen diferencias entre los hablantes sobre la pertenencia o no de la lengua al catalán.
Estos últimos se dividen entre los que consideran el fragatino como un dialecto del aragonés o de transición entre el aragonés y el catalán, y los que creen que son hablas propias evolucionadas en la zona, conocidas popularmente como chapurriau o aragonés oriental, desarrollado en una zona que en la actualidad se conoce oficialmente como Aragón oriental, desechando desde Aragón cualquier otro término foráneo.
Hasta finales del siglo XX todavía vivían algunas mujeres de avanzada edad que solo hablaban fragatino.
Actualmente los hablantes son bilingües en castellano, lengua en la que se recibe toda la educación primaria y secundaria.